En 1918, Karl Bruckner fundó su taller de ingeniería en Stuttgart y sentó las bases de una historia de éxito que continúa hoy, más de 90 años después. Inicialmente, el negocio se centró en la reparación y revisión de máquinas, pero su capacidad para encontrar soluciones innovadoras a problemas técnicos le llevó a obtener rápidamente pedidos de sus propios diseños de rectificadoras de pedestal y pequeños tornos.

Comenzó a fabricar centros de torno y en 1920, como pionero en este campo, desarrolló y produjo su primer centro de contrapunto giratorio.

Tras la temprana muerte de Karl Bruckner en 1931, su hijo Karl Georg Bruckner asumió la dirección de la empresa. A finales de 1944 las bombas destruyeron la fábrica, que reconstruyó en las difíciles condiciones de 1945. En los años siguientes, Karl Georg se centró en la fabricación y el desarrollo de centros vivos y muertos. Con diligencia y ambición amplió la empresa y su red de distribución.

El traslado de la empresa a su actual sede en Weinstadt-Grossheppach, a unos 25 kilómetros de distancia, fue un paso importante para el crecimiento futuro de la empresa. En 1979, Karl Georg entregó la dirección de la empresa a su hija Hilde y a su hijo Karl-Friedrich. En 1984, el hijo menor, Manfred, se incorporó a la empresa y a su dirección.